DIABETES Y COVID
Las
personas con DM que cursan una infección por COVID, tienen un mayor riesgo de
complicaciones relacionadas a la DM y pueden desarrollar una infección viral de
mayor severidad, lo cual podría explicarse por la coexistencia con cardiopatía,
nefropatía, edad avanzada y fragilidad. Por ello, es importante implementar
medidas destinadas a evitar las complicaciones.
Dentro de las medidas generales cabe destacar la correcta higiene y desinfección de manos, higiene respiratoria adecuada, minimizar el contacto interpersonal, correcto uso de máscaras y evitar viajes no esenciales a zonas de alta propagación viral. En relación al cuidado de la DM se recomienda la consulta médica a distancia, asegurar la provisión de insumos, optimizar el control glucémico, aumentando la frecuencia del automonitoreo (AMG), lo que ayuda a reducir el riesgo de contagio y el riesgo de neumonía bacteriana sobreagregada. Además se debe controlar la función renal, el estado cardiovascular y una correcta evaluación nutricional para evitar carencias vitamínicas, promover la actividad física en el hogar y reforzar la vacunación antigripal/antineumocóccica y el autocuidado de los pies.
En caso de infección por covid sintomático leve, el mismo puede aislarse en forma domiciliaria, consultar por telemedicina, mantener una hidratación adecuada, regular horarios de ingesta, indicar antitérmicos y ajustar la dosis de hipoglucemiantes orales o insulina si fuere necesario. Se recomienda mantener una glucemia durante la infección viral < 180 mg/dl. En DM1 se recomienda el AMG cada 4 hs y medir cetonuria ante glucemias >270 mg/dl. En DM 2, se recomienda aumentar la frecuencia del AMG o indicarlo en pacientes que no lo venían haciendo. Dar pautas de alarma en caso de observar somnolencia, vómitos, dolor de pecho, signos de deshidratación, hiperglucemia sostenida, hipoglucemia persistente o cetonuria positiva. Si no es urgente la evaluación oftalmológica, puede postergarse debido al riesgo potencial de infección por COVID-19 a través de la conjuntiva. Los pacientes que hayan tenido un trasplante de islotes, páncreas o riñón, o tomen inmunosupresores tendrán un riesgo de infección mayor, además se desconoce el efecto por COVID-19 en la función pancreática en este grupo. Es importante calcular el requerimiento de insulina en aquellos pacientes que no la utilizaron luego del trasplante.
Las comorbilidades preexistentes asociadas como la hipertensión arterial, enfermedad coronaria, insuficiencia renal crónica y la hipoglucemia sostenida, pueden empeorar el pronóstico. Gran parte de los pacientes con DM 2, sufren obesidad, la cual aumenta la insulinorresistencia. Recientemente, en el boletín oficial del ministerio de salud del 23/9/2020, Res 1541/2020, se reconoce a la obesidad como un nuevo grupo de riesgo en pacientes COVID-19, asociado a mayor riesgo de contraer la enfermedad y evolución desfavorable.
Los pacientes con DM tienen un riesgo aumentado de presentar cuadros graves de COVID-19, de complicaciones y de muerte, por ello se requiere lograr un buen control metabólico glucémico, lipídico y de tensión arterial. Esto implica aumentar la vigilancia y el testeo de los pacientes no hospitalizados, para disminuir su tasa de internación. Si el sistema de salud cancela las visitas presenciales, es importante enseñar y reforzar en los pacientes el uso de la telemedicina, para mantener sus controles periódicamente. El aislamiento social, el desempleo, sumado a la falta de actividad física y de control médico, ha empeorado el control metabólico de los pacientes. La situación actual requiere aumentar las investigaciones médicas que proporcionen una vacunación eficiente y que nos guie en la correcta toma de decisiones para optimizar los resultados.
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