4 DE MARZO. DIA MUNDIAL DE LA OBESIDAD

 HOY CELEBRAMOS EL DIA MUNDIAL DE LA

 OBESIDAD


        En términos médico-científicos, podemos definir a la obesidad como " un incremento en el porcentaje de grasa corporal, generalmente acompañado de aumento de peso, cuya magnitud y distribución condicionan la salud del individuo". Sin embargo, esta definición, como tantas otras, están muy lejos de definir a aquellas personas que a diario sufren discriminación, por el sólo hecho de no tener un peso acorde. 
        Es por ello, que desde la comunidad médica, intentamos crear espacios para poder concientizar a la población sobre esta enfermedad, que es multifactorial, y que requiere de un abordaje multidisciplinario. Estos pacientes sufren por perder el autocontrol con la comida, no se ven bien cuando quieren vestir alguna prenda especial, sufren bullying en las escuelas, o no se sienten cómodos en un medio de transporte. Cada uno lo vive a su manera, y nuestra función como profesionales de la salud, es proveer un marco de contención y poder herramientas para lograr cambios de hábitos saludables.     
        Lamentablemente, el porcentaje de obesidad se incrementa año a año, por múltiples factores, pero uno de los mas importantes en donde debemos trabajar, es en la alimentación saludable, tratando de incorporar nuevos hábitos, en forma gradual. O sea, basta de dietas, por favor, no se sostienen en el tiempo. Generemos cambios, pequeñitos, semanales, o quincenales, tratemos de aprender a comer mejor. Salgamos a caminar, solos o acompañados. Esta es la tendencia a nivel mundial. Es por ello que actualmente vemos uno o dos tiendas por cuadra, de alimentos saludables, veganos, sin gluten, etc. Es decir, si dejamos de consumir algún alimento procesado, de esos que compramos a menudo en el super o en el kiosco, vamos a lograr mejorar nuestra salud, nuestro ánimo, y nos vamos a ver mucho mejor frente al espejo. 
        Uno de los motivos por el que las dietas no funcionan es porque requieren de esfuerzo, restricciones alimentarias, fuerza de voluntad, sacrificio y otras imposiciones que sólo generan presión en nuestra psiquis. Es por ello que apuntamos a crear o modificar hábitos, de a uno, de a poco. Por ejemplo: comer al menos una fruta por día. Para que un hábito quede afianzado en nuestra rutina, lo tenemos que sostener al menos por 40 días. Además es muy importantes en qué contexto lo hacemos: siempre debe haber diversidad de alimentos, tratar de explorarlos con nuestros sentidos, compartirlo con nuestra familia o convivientes y siempre adoptando una actitud positiva. Nunca es tarde para empezar.

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